¿CRECER O NO CRECER?

¿Somos adult@s o niñ@s en nuestro vínculo con la alimentación?

Muchas de las decisiones que tomamos en la vida adulta, incluidas las relacionadas a lo que comemos a diario, tienen un por qué en nuestra psiquis más profunda y en la personalidad que fuimos forjando durante la infancia.

Como explico en mi libro Método #MarchettiRules®, la actitud para aprender a nutrirte y comer lo que quieras el tipo de alimentación que elegimos está directamente ligado al modo en el que analizamos la realidad; y cuando esa lupa está muy viciada por la parte de nuestra personalidad que se quedó anclada en la niñez, las decisiones nutricionales pueden no ser las adecuadas. 

¿Un primer ejemplo que veo a diario en el consultorio? No pensamos la realidad por nosotros mismos, sino que nos basamos, como cuando éramos chic@s, en lo que nos dice un referente. Así, buscamos que otro decida por nosotros y terminamos adoptando una dieta porque un influencer dice que es buena. 

Esto se relaciona con algo que la psicología vincula a las respuestas emocionales más primitivas: el pensamiento mágico. Un mecanismo que nos hace creer en lo imposible. En la infancia es El Ratón Pérez; en la adultez, el polvito mágico que quema grasas. Ambos funcionan igual: creemos en ellos porque nos regalan la magia de creer que, al despertar, nuestro objetivo estará concretado. ¡No queremos aceptar que el camino requiere más tiempo y esfuerzo!

Otro aspecto que los adultos de esta era seguimos teniendo en común con los niños que fuimos, es la impulsividad. ¿O no nos movemos sin juicio ni análisis previo hacia lo que nos da placer? 

Pensemos en un niño en una juguetería. O rodeado por amigos. Siempre quiere algo más; y si lo tiene otro, lo quiere con más fuerza. Lo mismo que a muchos adultos les sucede frente al celular, cuando pasean por las redes sociales. 

¿Habías pensado alguna vez en todo esto? Es clave que empecemos a trabajar las emociones que nos conforman y que no solemos traer a consciencia. Así va a ser más sencillo tomar decisiones acertadas e iniciar un verdadero camino de cambio.