BALANCE, ¿SÍ O NO?

Diciembre nos trae la tentación de “ir cerrando”. ¿Y qué pasa con lo que sentís que te quedó pendiente? Podés dar todo lo mejor de vos hasta el último minuto, o inclusive decretarte en contra del balance. Te ayudamos.

Llegó diciembre y con él, esa sensación de que «ya fue» el año. Que es momento de hacer el balance, de resignarse con lo que no se logró y esperar al próximo enero (cuando no, marzo) para volver a empezar. Pero tenemos una noticia: todavía falta un mes.

Un mes completo para acercarte a ese objetivo que quedó pendiente con tu cuerpo, tu salud o tu rendimiento. Treinta días que pueden marcar la diferencia entre terminar el año sintiéndote derrotado o cerrarlo con la satisfacción de haber dado todo hasta el final.

Y si en el medio te aparece la tentación de dejarlo todo porque “total, vienen las Fiestas”, frená a tiempo. Las celebraciones de fin de año pueden ser un recreo en medio de un contexto de organización y enfoque. La clave está en mantener la estructura, no en la perfección absoluta.

La organización es tu aliada

Con un sistema que organice tus comidas y te conecte con el entrenamiento adecuado, es posible lograr cambios significativos a corto, mediano y largo plazo. No se trata de milagros, sino de constancia y método.

Los tres pilares fundamentales son:

NUTRIENTES: Cada comida se convierte en una oportunidad de nutrir tu cuerpo. Si te proponés hacer una desinflamación poderosa en las próximas semanas, vas a ayudarte a escuchar lo que realmente necesita tu organismo para estar vital y sano el año próximo.

ORDEN: Si organizás tu mente y tus hábitos, todo es más sencillo. Comprar y preparar comidas de forma estratégica, o establecer un sistema en tus horarios de ingesta, genera rutinas que hacen que te alejes del picoteo y regules tu vínculo emocional con la alimentación.

MOVIMIENTO: En este momento del año, aunque sientas lo contrario, no es tarde para intensificar tus entrenamientos, combinando cardio y fuerza adaptados a tu cuerpo y tus objetivos.

¿Y si no hacés el balance?

Vamos un pasito más allá y, en lugar de darlo todo solo asta el final del año, rompamos con la idea de que el 31 de diciembre sea un quiebre. Las fechas pueden ser techos. ¿No es mejor fluir en tu cambio, más allá del calendario?

El cuerpo no entiende de años nuevos ni de lunes. Entiende de consistencia, de cuidado diario, de decisiones que se toman momento a momento.

Este diciembre puede ser el comienzo de algo diferente. No el final de otro intento fallido, sino el inicio de un cambio real que trascienda las fechas.

¿Estás listo para no hacer el balance y empezar a vivir el cambio?

//Te invitamos a sumarte a las #MarchettiRules, en donde todos los días son un buen momento para empezar, sin excusas y sabiendo que cada comida es una nueva oportunidad//