4 CLAVES PARA TU CAMBIO DE VIDA

Cuando tomás un nuevo rumbo, es importante rediseñar tu identidad ¡No solo tus comidas! Te acercamos una idea para que tus hábitos estén alineados con tus objetivos.

Llega el momento del año en el que todos queremos empezar una carrera contra el tiempo, para sacudirnos el invierno de encima y llegar con el cuerpo “diez puntos” al verano. El tema es que lo verdaderamente importante no pasa por ahí: el traje de baño, al final de cuentas, es un detalle.

¿Pensaste en trabajar en tu identidad, en tus hábitos y en tus deseos a largo plazo, en lugar de ajustarte a una dieta estricta por los próximos tres meses?

En ese sentido, lo primordial es encarar un verdadero cambio de hábitos, e implementarlo hasta que lo sientas tu zona de confort. Y hay un método sencillo para lograrlo, que es que tu nuevo modelo de vida cumpla estas cuatro premisas:

  1. Que sea obvio
  2. Que sea atractivo
  3. Que sea fácil
  4. Que sea satisfactorio

Para hacerlo obvio, tenemos que lograr que todo nuestro ambiente esté rediseñado en esa dirección. Por ejemplo, si tu intención es tomar más agua, que eso sea lo que primero encuentres cuando abras la heladera. Así, lo obvio, lo más sencillo, será tomarla. ¿Otro ejemplo? Si querés dejar de lado los ultraprocesados, podés empezar a quitarlos paulatinamente de tus alacenas. Que tus espacios sean acordes a tus deseos, es un paso fundamental.

Para hacerlo atractivo, debemos encontrar el placer en las nuevas rutinas. Si te cuesta hacer ejercicio, ¿qué tal encararlo con un amigo que te gustaría ver más seguido? ¿O pensarlo como el momento de relax para estar con vos mismo, escuchando música o el poadcast que nunca podés escuchar tranquilo?

Para hacerlo fácil, lo fundamental es reducir los obstáculos que te impiden empezar. No hace falta tener la compra de alimentos para todo el mes, ni empezar por una rutina de ejercicios de alta exigencia. Empecemos comida a comida, ejercicio a ejercicio, y de apoco vamos a ir conquistando nuevas metas.

Para hacerlo satisfactorio, vale la pena premiarte por tus logros. Por un lado, rodeándote de personas que te acompañen y te den un feedback positivo. Por otro, buscando la manera de registrar cada objetivo logrado, para tenerlos a la vista y que tu autoestima se vaya fortaleciendo. Y, por qué no, dándote una recompensa personal por cada nuevo paso. ¡La que más te guste!

Lo importante, cuando termina el día y apoyás la cabeza en la almohada, sin juicios ni mandatos, es que te sientas alineado con lo que estás haciendo.

Si querés tomar nuevas ideas y animarte a hackear todos tus preconceptos, te invitamos a leer nuestros libros: #MarchettiRules, la actitud para aprender a nutrirte y comer lo que quieras y Nutrición al diván.