Unos 10 mil años atrás, teníamos un arduo entrenamiento diario: caminábamos decenas de kilómetros para buscar agua, peleábamos cuerpo a cuerpo con animales que luego cargábamos al hombro, levantábamos chozas, migrábamos a pie.
Hoy, cuando alguien entrena todos los días (o menos) suele escuchar a su entorno palabras como “sobreentrenamiento”, o frases como “puede ser malo para el cuerpo”, “hay cosas más importantes para hacer en ese tiempo dedicado al gym”.
//Nuestra bandera, en #MarchettiRules, es que vos sos el artífice que diseña su sistema, que escucha a su cuerpo, que sabe cómo y cuánto necesita. En ese sentido, te invitamos a que nadie te diga cuándo es demasiado//
Sin embargo, si vas a encarar el desafío de tener una buena dosis de entrenamiento diario, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones:
ALTERNAR TRABAJOS DE FUERZA Y DE CARDIO
Con el primero, vamos a poner el foco en lo constructivo, en la fuerza, en la hipertrofia. Para eso, vamos a elegir trabajos de musculación, ya sea con mancuernas, en clases de crossfit o funcional, o inclusive en ejercicios más “livianos” que trabajan mucho la fuerza y el equilibrio corporal, como el pilates reformer.
A la hora del cardio, o el hit, la idea es trabajar en la flexibilidad del cuerpo y en ponerlo más reactivo, más potente, con más capacidad respiratoria y agilidad. El running, el indoor cicling, los deportes de equipo o inclusive las clases de baile son buenos ejemplos de esta forma de entrenamiento.
NUTRIRNOS DE ACUERDO A LA ENERGÍA QUE VAMOS A GASTAR
Recuerden que el gasto calórico es matemático: necesitamos X energía para hacer X cantidad de entrenamiento. Si exponemos a nuestro cuerpo a una alta dosis de ejercitación y no hacemos lo mismo con la comida, nuestro rendimiento va a ser menor. ¿Eso significa que debemos comer grandes cantidades de lo que se nos ocurra? No. Siempre debemos priorizar:
➡️ Proteínas magras.
➡️ Hidratos de carbono complejos.
➡️ Grasas de buena calidad nutricional.
➡️ Y buena hidratación, por supuesto.
DESCANSO Y RECUPERACIÓN
El cuerpo, como cuenta el libro #MarchettiRules, la actitud para aprender a nutrirte y comer lo que quieras, a la noche “entra en boxes”. Nuestro organismo precisa horas de sueño para regenerar daños que pueda haber tenido, para materializar los progresos musculares, para sintetizar los nutrientes y para recuperar su desgaste. Si insistimos en quitarnos tiempo de descanso para seguir con las cosas que no terminamos en el día, el cuerpo va a sentir la falta de energía, con dos posibles consecuencias: fatiga a la hora de entrenar y más tendencia a abusar de productos ultraprocesados que ofrezcan una rápida recompensa.
Siguiendo estas premisas y escuchando a tu cuerpo, el entrenamiento nunca va a ser demasiado. Somos un ser de movimiento, aunque la actualidad (y el sillón) nos digan lo contrario.
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