QUE EL FRÍO NO TE DETENGA

Movimiento, buena alimentación y gestión de las emociones. Un combo infalible para tener mejores defensas.

Crecimos escuchando que un jugo de naranja cada mañana nos daría una dosis inmensa de Vitamina C, para elevar nuestras defensas y combatir las enfermedades que llegan con los primeros fríos.

Un poco más cerca en el tiempo, a esos jugos de la infancia nos propusieron cambiarlos por licuados verdes. ¡Como si ese agregado de un poco de espinaca pudiera hacernos fuertes como Popeye! Suena bien, ¿no? Tomamos una iniciativa simple y obtenemos grandes recompensas.

Lo cierto, sin embargo, es que debemos ir un poquito más allá. ¿Por qué? Porque no hay alimentos mágicos que nos eleven las defensas y ubiquen al cuerpo en un lugar de privilegio frente a los virus o bacterias.

El organismo, para mantenerse fuerte, necesita un plan de alimentación equilibrado, que sea limitado en productos ultraprocesados y esté lleno de alimentos muy nutritivos. También es importante que esos alimentos sean moderados en calorías; porque, a menor saciedad, más cantidad vas a poder ingerir y mejor cubierta va a estar la demanda de vitaminas y minerales.

Otro punto a tener en cuenta es que la alimentación sea variada: los diferentes alimentos reales le darán a tu sistema inmune de todo lo que precisa para fortalecerse. 

¿Algunas ideas?

  • Podés cambiar las pastas y arroces por guisos de legumbres; sumar cortes de carne magros
  • Optar por las grasas de mejor calidad.
  • Reinventar las ensaladas (¡que tal vez te dan frío!) en platos de hortalizas tibios, tortillas y souflles.

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Ahora… ¡la comida no lo es todo! Si el clima un poco más hostil te termina acercando al sedentarismo y a un estado de ánimo bajo cero, tu sistema inmunológico se va a deprimir de todas formas. ¿Por qué? Porque esos condicionantes van a competir con la alimentación. 

Además de elegir un plan de actividad física que se adapte a tus objetivos, es hora de comprender que la inmunidad también está muy condicionada por el estrés. ¡Tenés que darte la chance de escucharte más y tener momentos de aburrimiento que sean tierra fértil para la creatividad y el descanso!

¡Te vemos en la primavera!