ESTUDIAR SIN DEJARLO TODO

¿Época de exámenes? No pierdas el foco de tu salud. Te acercamos 4 claves para cuidar tu alimentación, mejorar tu rendimiento y amigarte con tus emociones. Podés llegar al final del año sintiéndote como nunca.

En el final del año suele ser difícil pensar en uno mismo, no solo por la mayor demanda de vida social, sino por las ganas de empezar a aflojar con las exigencias de cara al verano.

Nos pasa a todos, pero más a quienes están en una etapa de formación académica y tienen que sumar la presión de los exámenes finales.

Si estás entre ellos, y sentís que las horas de estudio te corren de tus objetivos, justo cuando se acerca el verano y querés sentirte bien con tu cuerpo, aquí van 4 claves sencillas.

Te proponemos gestionar emociones, organizar comidas, mantener movimiento y cuidar el descanso, perder energía ni foco. Pequeños pasos sostenidos para grandes resultados.

Las 4 claves

  1. Hackeá tus emociones para que no te dominen.

Frente a los exámenes, la ansiedad y la frustración aparecen y te desacomodan, ¿no? ¡Está bien que suceda! En lugar de neutralizarlas con comida, probá amigarte con ellas, transitarlas y preguntarte qué necesita tu cuerpo. Elegí alimentos que te aporten saciedad y claridad: proteínas, grasas saludables y verduras. Comer bien en este momento es un acto de cuidado, no una obligación más.

  • ¡Animate a organizarte!

Si te falta tiempo, tu mejor aliada es la planificación. Reservá 1 hora el fin de semana para preparar bases: verduras asadas, legumbres y cereales cocidos, carnes en porciones, etc. Armá packs listos para la semana y asegurate de tener snacks nutritivos a mano (fruta, yogur, frutos secos, hummus). Planificar 3 comidas + 1 snack diario evita decisiones impulsivas y te permite estudiar sin interrupciones largas.

  • No pierdas a chance de seguir en movimiento.

Si no llegás a entrenar todo el tiempo que podés en otro momento del año, la clave es que no uses eso de excusa para abandonar. Con media hora de movimiento todos los días, como rutinas de fuerza cortas al ternadas con cardio, no solo vas a etsar cuidanto tu objetivo, sino que vas a despejarte, mejorar el rendimiento y consolidar todo lo que estás estudiando. El ejercicio es clave para la productividad del cerebro.

  • ¡Cuidá tu descanso!

Dormir o desconectar potencia lo aprendido. Apuntá a respetar las horas de sueño—aunque algunos días sean menos—y creá rituales de cierre: bajar las pantallas, hacer una respiración guiada o alguna lectura que te distraiga. También funcionan los descansos activos: música, paseos breves o estiramientos entre bloques de estudio. ¡Dejá que tu cuerpo pase por boxes!


No se trata de cambiarlo todo, sino de elegir unas pocas rutinas que te sostengan. Con organización, movimiento, sueño y un trato amable hacia tus emociones podés atravesar los finales con más energía y, en el camino, no descuidar tus objetivos de cara al verano.

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